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    RUTA MTB

    Hoyo de Manzanares

    Día: 26/2/12
    Lugar: Torrelodones
    Paseo de Joaquin Ruiz Gimenez

    Hora: 08:45
    Distancia: 36 kms
    Desnivel: 750 m
    Indice IBP: 81
    Nivel físico: Medio
    Nivel técnico: medio

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    De paseo por el sureste

    10 de diciembre de 2012


    Crónica de JuanCar
    Este fin de semana hemos cambiado radicalmente de zona. Por una vez hemos abandonado nuestras rutas serranas o casi serranas, para ir al este de Madrid, tan cercano como desconocido para la mayoría de nosotros. Quizá no sea una zona tan bonita y con paisajes tan impresionantes como los de la sierra, pero el secarral también tiene su encanto sobre todo si lo visitamos cuando la temperatura no es elevada. Y es que perderse en verano por esta zona debe ser, cuando menos, agobiante. La propuesta de ruta empezaba en Mejorada del Campo, pasaba por Loeches y tras acercarnos por los cerros cercanos a Torres de la Alameda, volver de nuevo a Loeches para cerrar un primer bucle y volver de nuevo a Mejorada pero pasando por Velilla de San Antonio y las lagunas del río Jarama tan cercanas a los cortados.
    Eran las 8:36 de la mañana cuando los vicalvareños aparcábamos ya en la explanada del recinto ferial de Mejorada del Campo. A los pocos minutos se iban incorporando compañeros hasta completar los 13 asistentes que fuimos al final. Lástima que se nos cayeron de la lista algunos compis como Charco, Rai y Mariaje y Álvaro, éste último por culpa de una molesta ciática. El caso es que a las 9:00 de la mañana ya estábamos prácticamente listos los 13 de la partida: Jesús (Terminal), Ángel (Arrojo), Rafa (RaFaRu), Efrén (Diabolik), Manuel (Manuelsunn), Rodrigo (Glabre), Rubén (Karpov), Jesús (Agila), Javi (Jablan), Alfonso (Foxi), Alberto (Peke), Fernando (FZarcero) y yo, Juan Carlos (JuanCar). Además, contamos con la visita de Valentín (Valiente), que se acercó a saludarnos ya que nuestro punto de partida coincidía con el del Comando Lechuzos para la jornada de ayer. Ayer también era un día de celebración: nuestro querido Rafa (RaFaRu) estrenaba su flamanta “búfala negra”, una Focus Raven de 29” que sinceramente es preciosa y que a él le queda como anillo al dedo. Tío, desde aquí te deseamos que la disfrutes con muchísima salud y que te diviertas todo lo que puedas encima de ella, aunque no nos cabe duda de que lo harás.
    Así pues, venciendo la bajísima temperatura, y buscando el sol como los caracoles, iniciamos la marcha hacia nuestro primer objetivo del día: llegar hasta Loeches. No hicimos más que salir de la explanada del recinto ferial dirección al cementerio, cuando al volver la tapia Jablan nos advirtió que ya había pinchado. En realidad más que un pinchazo fue un reventón ya que la cámara estaba rajada: quizá una piedra mal pisada provocó ese extraño pinchazo tan pronto, y es que aún no habíamos recorrido ni un solo kilómetro. Una vez reparada la rueda, reiniciamos la marcha para enseguida cruzar el puente de lo que en teoría es la autovía M-203 y que yo he dado en llamar “la autovía fantasma” ya que no circula ni un solo vehículo por ella. Tras atravesar el puente, el camino que transitamos circula paralelo a la autovía y se va elevando poco a poco tal cual el falso llano que es, y que a los que odiamos empezar así se nos hace bastante duro y a los que van sobrados les invita a tirar y tirar hasta dejarnos a los más retrasados a más de 500 metros de distancia. Tras unos pocos kilómetros por éste camino, nos desviamos a la derecha para disfrutar una pequeña bajadita hacia lo que nuestro guía ayer (Rubén – Karpov), llamó “el secarral del Velilla”, y es que no ver un solo árbol en todo el llano, hace pensar cómo debe ser ese lugar en pleno mes de Julio y Agosto. De todas formas la temperatura el domingo era fresca, muy fresca, lo que contribuía a que el suelo estuviera totalmente congelado. Y no es que hubiera indicios de barro, pero esta temperatura tan baja desmontaba toda posibilidad de que nos encontráramos barro en el camino, ¡¡y menos mal!!, porque este terreno mojado debe ser un auténtico suplicio: barro botijero en toda la regla. Así pues, por el camino que atravesaba el “secarral velillense”, circulamos unos cuantos cientos de metros antes de tomar un desvío a la derecha que iniciaba una nueva subida que aunque con un desnivel prácticamente inapreciable, es de esas que no te das cuenta, vas más rápido de lo que puedes mantener, y en un rato acabas fundido de verdad.
    El camino en cuestión desemboca en la carretera M-217 que atraviesa el pueblo de Loeches. Una vez en la carretera, tuvimos de nuevo que detenernos: la rueda trasera del tractor de Karpov (y no es de color amarillo), perdía aire. Afortunadamente el tubeless hizo correctamente su trabajo y tras darle un poco de aire pudimos continuar nuestra marcha no sin antes indicarle a un camionero un tanto despistado (portugués para más señas), donde se encontraba el polígono industrial. A estas alturas de la mañana el sol, afortunadamente, empezaba a calentar tímidamente, y con él también empezaban a calentarse los chascarrillos manchegos que nos amenizan cada jornada. Y es que llevar a Rubén en las rutas y además de guía, es garantía de al menos no aburrirse..¡¡qué crack eres jodío!!. Así pues, circulando por la carretera y atravesando la localidad de Loeches, llegamos al punto en el que emprendíamos la marcha hacia nuestro segundo objetivo del día: subir la cuesta de las cadenas también conocido con el sobrenombre de Torres Duro o Mortirolo del Este. Yo distinguiría en la subida (tal y como nos dijo Rubén) dos partes bien diferenciadas: una primera bastante tendida, con un desnivel muy asequible, y una segunda que va, poco a poco endureciéndose hasta acabar con una rampa al 14% que hace que si no te has dosificado lo suficiente, puedas sufrir más de lo normal. Yo, por mi parte, me lo tomé con muchísima tranquilidad, y junto con Javi, fuimos cerrando el grupo y viendo como muchos bikers de otros grupos nos adelantaban sin remisión. Llegar a lo alto del cerro y ver allí a todos los compañeros con cara sonriente y todos preguntando qué tal vas, es una satisfacción fuera de lo común. Y mira que a veces los retrasados somos lentos y hacemos esperar, pero jamás he visto una cara de desagrado, cosa que desde aquí os agradezco infinito y que es una de las cosas por las que me gusta ir con vosotros a cualquier ruta sea de la dureza que sea. En fin, que una vez subido el Mortirolo, nos disponíamos a cumplir el siguiente objetivo del día: bajar una trialera que sin solución de continuidad nos dejaba en la parte baja de una segunda trialera, esta vez de subida que nos llevaría hasta el mirador.
    La primera trialera de bajada se me hizo bastante corta. No es una bajada técnica, simplemente requiere un cierto cuidado con un par de roderas de bastante profundidad y con las piedras sueltas del tamaño de un puño que están desperdigadas por toda la extensión de la bajada. El caso es que con tiento, cuidado y buen ojo, todos acabamos bajándola sin más consecuencias. Unos se divirtieron más que otros, y los más pedroleros estoy seguro que pensaron que la trialera no debería siquiera tener tal nombre; pero a mi personalmente me pareció muy divertida. Tras la trialera de bajada, la trialera de subida. Ésta sí ya fue otro cantar. Una trialera técnica, con rampas, cambios de dirección, matorrales, piedras y alguna que otra raíz y en ciertos tramos bastante inclinación. No sé cómo subieron los que iban delante, pero sí vi como subíamos los que íbamos detrás: algunos se la patearon prácticamente en su totalidad, otros aprovechaban las partes lisas y más llanas para pasar sobre la bici, y otros, como yo, pusimos el pié en tierra en un par de ocasiones e hicimos “empujabike” en tan sólo una decena de metros. Supongo que los de adelante, más potentes y técnicos se la subieron totalmente porque difícil, lo que es difícil no lo vi yo. Supongo que conociéndola se puede subir perfectamente llegando con bastantes fuerzas. A mí, desde luego me pareció preciosa y me divirtió muchísimo.
    Tras la reagrupación en lo alto del cerro, enfilamos en dirección al mirador. La verdad es que las vistas desde allí son muy chulas: toda la llanura hasta el Cerro de El Viso, el Gurugú, y más cerca, el pueblo de Torres de la Alameda y Loeches. Aprovechamos el descanso para comer algo y hacer la foto de grupo y siempre entre bromas, chistes y chascarrillos. Una vez cumplido el objetivo del mirador, nos tocaba bajar por una nueva trialera que ya divisamos desde el mirador y volver a Mejorada vía Velilla por las Lagunas. La bajada de la trialera o “trialeraca” como le gusta a Jesús llamarla es espectacular. Aunque tiene bastante pendiente, es fácil, aunque supongo que en otras épocas del año en que el terreno esté más seco o embarrado, puede llegar a ser bastante peligrosa. Desde mi punto de vista tiene también tres tramos. Uno inicial con una pendiente muy acusada pero bastante liso y sin roderas que permite llevar la dirección bastante estable. Un segundo tramo un poco más técnico con unas pocas piedras bien asentadas pero sin tanto desnivel, y un tercer tramo que corresponde simplemente a un talud de unos 20-25 metros con un desnivel muy aceptable pero que si dejas correr la bici te lo pasas pipa porque no tiene una salida difícil, sino todo lo contrario, termina en un camino donde coges bastante velocidad.
    Desde este punto, ya sólo nos quedaba pistear hasta casi la entrada de Torres de la Alameda, y desde allí hasta Loeches. Todo ese tramo es bastante rompepiernas. Continuas bajadas y subidas y, como quieres hacerlas a toda velocidad, acaban fundiéndote, al menos a mí. De nuevo nos reagrupamos en la entrada de Loeches para que, juntos, acabáramos de cerrar el bucle más pequeño de la ruta y termináramos por callejear por la localidad hacia nuestro siguiente destino: salir de Loeches hacia Velilla de San Antonio. Desde la salida de Loeches hasta Velilla el camino es totalmente de bajada. No tiene una pendiente acusada, pero si para poner plato grande y piñón pequeño para alcanzar con facilidad los 30-33 km/h sin apenas esfuerzo. Así, a toda velocidad llegamos a la altura de la depuradora de Velilla. La zona que viene a continuación me recuerda a mis principios con la bici: ¡¡la de veces que habré rodeado yo las lagunas de Velilla en aquellos días!!. El caso es que ayer tampoco nos paramos demasiado tiempo a contemplarlas. Las ganas de llegar, lo llano del terreno y la buena conversación nos tenían más centrados que las lagunas o el río en sí.
    A mitad del camino de las lagunas nos dejó nuestro guía Rubén, tal y como dice RaFaRu, “El José Mota de Velilla”, momento en que aprovechamos para llamar a nuestro maestro Marek para decirle que en breve estaríamos en el punto de llegada. En menos de media hora, y tras acabar por las pistas de los sembrados de Mejorada y atravesando la localidad, llegamos finalmente a nuestro punto de final. Allí, junto con Javi-Marek, estaba también Javi Villalba. Los compañeros se fueron despidiendo, y los que pudimos, ocho en total, nos quedamos a disfrutar de un par de rondas de cervecita en el bar “La Parada”. Allí pudimos degustar un par de mini racioncictas de “langostino de tierra” (RaFaRu dixit) para cerrar el agujero en el estómago que ya iba dejando el hambre. Así pues, y de nuevo, una magnífica mañana que empezó fría, casi helada, y que el sol se encargó de ir arreglando. Bueno, el sol y lo divertido de la ruta en una zona muy poco explorada por la mayoría y que estoy seguro que no nos dejó indiferente a ninguno. Fotos de Jesus Fotos de RaFaRu Fotos de Ruben Fotos de JuanCar

    Senda del Arcipreste

    13 de octubre de 2012


    Cronica escrita por Juan Cardido: Por fin una ruta en la que no tenemos que lamentar caída alguna de consideración. Si tuviéramos que resumir la mañana de hoy en una sola frase, diríamos algo así como: “tranquilidad absoluta”. Y es que lo que debería ser lo más habitual, se ha convertido en lo extraordinario, y bendito sea lo extraordinario que nos deja días como hoy de disfrute casi total, aunque alguna cosita si que ha habido.
    La lista de apuntados el martes ya prometía una ruta de nuevo bastante concurrida. Lo que en un principio iba a ser una ruta de 14 o 15 bikers, se ha convertido al final en una concurrida reunión de 21 amigos y amigas. A las 8:30 de la mañana ya estábamos casi todos, y a eso de las 8:45 ya no faltaba nadie. Nos sorprendió la asistencia de Toñi y Rebekop, de Pachi y de Amador que sorpresivamente se presentaron en el punto de salida en Cercedilla.
    Así pues, éramos de la partida los cinco bicivoladores asistentes: Charco, Golden, Diabolik, Davygon y Kiko, los cuatro mencionados anteriormente (Toñi, Rebekop, Pachi y Amador), y Arrojo, Marek, Pablo, Nacho, Jesús, NRain, Mariaje, Karpov, LCPRIM, JoseMMolina, Sergio (y1polla, que nos esperó en la Fuenfría) y yo mismo (Juancar). La verdad es que nos estamos acostumbrando a estas rutas tan concurridas. No hay convocatoria a la que no acudan un montón de amigos de varios grupos del MTB de Madrid, y además, de lo más selecto. Si la semana pasada en el Tres Provincias éramos un grupo heterogéneo en el que destacaban los SMS, hoy la palma se la han llevado nuestros amigos los bicivoladores. A las 8:50 nos poníamos todos en marcha destacando ya desde el primer metro los bicivoladores, que cogieron la cabeza que no soltaron en toda la ruta. El primer rampón desde la mismísima salida ya nos hizo a más de uno sacar la lengua y subir resoplando en los primeros 200 metros hasta coger el Puricelli.
    A diferencia de las últimas veces que hemos hecho o pretendido hacer esta ruta, esta vez salimos desde Cercedilla en vez de desde Los Molinos, y todo porque algunos pretendíamos evitar los primeros 2 km de la subida hacia los campamentos desde Los Molinos. A cambio había que tirar calle arriba hasta enlazar con el Puricelli. A mi personalmente el Puricelli es un camino que me encanta. Además hoy, con la humedad de las lluvias recientes y los primeros minutos de sol, olía fenomenal, el terreno estaba perfecto y la temperatura, aunque fresca, era ideal para esas primeras rampas de subida a la Fuenfría.
    Enseguida perdimos de vista a los bicivoladores; mientras tanto los demás nos íbamos dispersando por el camino de subida. La primera reagrupación la hicimos después de las dos rampas de subida del Puricelli, que la mayoría, unos descansando entre la primera y la segunda y otros del tirón, la hicimos montados en la bici. Tras recobrar el resuello, reiniciamos la subida a la Fuenfría por la archiconocida pista que va hacia Las Dehesas y que pista de la República hacia arriba llega hasta lo más alto del puerto. De nuevo los bicivoladores salieron escopetados en cabeza, mientras los demás de nuevo nos dispersábamos en la subida. Hoy el primer tramo, hasta el rampón asfaltado que llega al cruce con la via XXIV se me ha hecho muy llevadero. La culpa la ha tenido “el hijo secreto de Marek”, que de secreto ya tiene poco, y como digno sucesor de él (como a él mismo le gusta llamarse), no ha parado de cascar y soltar chascarrillos que nos han hecho a Pablo y a mi la subida mucho más amena. Pero cuando han llegado las rampas mas empinadas, nuestro amigo Karpov nos ha abandonado y ha ido a buscar la cabeza de pelotón a seguir con sus chistes y su maravilloso buen humor.
    Mientras tanto, por detrás, el genuino Marek llevaba puesta la radio que hacía a su vez más llevadera la subida de Nacho y Mariaje. De flipar ha sido ver cómo adelantábamos a Golden y Charco mientras reparaban la rueda trasera de JC, y cómo en menos de un santiamén nos pasaban como dos auténticos pros, y que viéndoles a los dos se queda uno flipado de cómo van encima de la bici...¡¡qué cracks!!. La subida hasta el mirador de los poetas, como siempre, la hemos hecho cada uno a nuestro ritmo. Aún recuerdo lo mucho que flipé en ese mirador la primera vez que llegué en bici hasta allí. Ahora, habiendo subido unas seis veces en un año, pasamos por allí como si se tratara del pasillo de nuestra casa. Tras la reagrupación correspondiente y después de que el último recuperara el resuello, retomamos nuestro camino hacia el alto de la Fuenfría, que desde el mirador se adivinaba con una buena capota de nubes que según nos ha contado Sergio, venían de una niebla intensa del lado segoviano.
    De igual manera, y cada uno a su ritmo, hemos llegado al mirador de la Reina, donde esta vez hemos podido observar una panorámica preciosa. Me ha gustado mucho parar hoy allí, he podido hablar con muchos de los compañeros de ruta, disfrutar de las vistas y gozar con el excelente buen rollo que se respiraba en ese momento. Si bien hemos pasado como una exhalación por el mirador y por los relojes de sol, en el mirador de la reina hemos estado un buen ratito que a mi personalmente me ha encantado. Sin pausa, hemos continuado hasta la cima del puerto de la Fuenfría. Esta vez no hemos parado allí. ¡¡Qué maravilla llegar hasta ahí arriba sin una sola incidencia!!. Como digo, sin parar, hemos continuado por la pista de la Marichiva disfrutando de buena conversación y de unos paisajes alucinantes. La siguiente reagrupación la hemos hecho en el desvío de la pista de la Marichiva, justo en el lugar en el que empieza la bajada que conduce a la pista del Río Moros. Y esta parada ha sido bastante larga: mucha charleta, mucha broma, Karpov repartiendo chascarrillos a diestro y siniestro, momento barrita, foto de grupo…y a seguir!!!.
    Desde aquí, los más atrevidos (incluso osados), han tirado por los senderitos de fuera de pista, mientras que los menos atrevidos (o más comedidos), hemos bajado por la pista que ya de por si tiene una inclinación bastante respetable. Algunos (verdad Ángel?), la han disfrutado de lo lindo, otros, por culpa de los últimos avatares la hemos sufrido más de normal, pero en general todos hemos bajado con una buena sonrisa en la cara. A la salida de la pista, y ya en la carretera del Río Moros, hemos vuelto a agruparnos con los osados de los senderitos. Justo cuando íbamos a iniciar la marcha, hemos echado de menos a Santi. La verdad es que nos hemos quedado un poco chafados cuando hemos visto que se había caído en el sendero y que no nos habíamos percatado de que no había llegado hasta un rato después en el que, todo sea dicho de paso, varios de nosotros ya nos habíamos dado la vuelta para ir a buscarle. Afortunadamente todo ha quedado en unos pocos rasguños y algún encontronazo con el manillar…¡¡menos mal que la maldición no ha podido hoy con nosotros!!.
    La bajada por la pista del Río Moros es rápida y no demasiado complicada, aunque la gravilla suelta a veces hacía que extremáramos las precauciones. Eso sí, más de uno ha echado de menos el culotte largo, y es que del lado segoviano el fresco era más bien frío. Un pequeño problema de Diabolik con su tija pija, y otro también pequeño de la rueda mal talonada de la bici de Charco han sido las únicas incidencias dignas de mención en la pista del Río Moros. Una vez pasada la puerta de acceso a la pista del Río Moros, enseguida enfilamos la senda del Arcipreste de Hita. Lo cierto es que el camino inicial de la Senda es precioso, con los helechos ya secos en esta época del año, todo húmedo y con un olor excelente. El objetivo de algunos hoy era subir la senda del Arcipreste sin poner pie a tierra, pero ninguno lo hemos conseguido. La mayoría hemos subido bastantes tramos encima de la bici, incluso algunos como NRain y yo hemos tenido un momento disfrutón intentando alternativamente ir superando pedrolos. Aún no me explico como los hay que son capaces de subirlo sin bajarse de la bici prácticamente en su totalidad. De todas formas, subir esta senda ya sea a pie, ya sea en la bici es un lujazo; es uno de los sitios más bonitos de esta zona de la sierra, al menos de los que yo conozco. Y que el jodío Arcipreste se buscaba unos caminos de órdago para ir a buscar su inspiración (femenina…).
    Tras la correspondiente reagrupación, enfilamos la bajada del cortafuegos de las torretas eléctricas para enlazar a continuación con la pista de La Molinera. Unas fotos de la bajada, unas pocas risas y algún que otro chascarrillo manchego y de nuevo sobre la bici para rodar los últimos kilómetros de la ruta. La pista de la Molinera es traicionera. Te engaña al principio regalándote una bajadita muy para gozar, te castiga sin compasión en una subida casi inesperada que lleva hasta la fuente y te deja en un bajadón con dos curvas muy peligrosas y un terreno muy suelto y resbaladizo. Curioso ha sido el comentario que me ha hecho NRain poco antes de llegar a la fuente al ver por ahí abajo a los demás compis bajando a toda velocidad por la pista; me ha dicho: “parece que han superado la curva diabólika sin más problema”. Lo que no sabíamos era lo equivocado que estaba. En la famosa curva, Charco ha hecho un recto y se ha salido, afortunadamente sin consecuencias, pero dejando a los que iban el susto en el cuerpo…la maldita curva busca víctimas continuamente. Y justo una curva más abajo Pablo ha estado a punto de hacerse un recto también…es que la pista de la Molinera es traicionera de verdad.
    Una vez bajada la pista, hemos tomado los senderos desde Los Molinos que conducen hacia la entrada del Puricelli en Cercedilla, punto final de la ruta. Una mañana genial en una estupenda compañía y que afortunadamente no hemos tenido que lamentar incidencias como las que estamos últimamente acostumbrados. Eran ya más de la una y media cuando cargábamos las bicis en los coches para que algunos de nosotros saliéramos escopetados de allí sin ni siquiera podernos plantear una pequeña opcional que por supuesto nos reservamos para la próxima. Así pues, lo dicho. La próxima más y mejor…y al ritmo que llevamos, más multitudinaria.

    Caminos del Canal

    1 de octubre de 2012


    LA CRÓNICA Las previsiones no invitaban a ir a la ruta programada. El Tres Provincias hay que hacerlo con tiempo favorable o no hacerlo. Así pues, después de ver cómo las webs meteorológicas insistían en que iba a caer la mundial, no quedó más remedio que cancelar la ruta hasta mejor ocasión y convocar casi en el límite de lo razonable una nueva salida que nos librara de ponernos hasta arriba de barro.
    Los especialistas decidieron que lo mejor era no tentar a la suerte del sábado y posponer la ruta para el domingo, y qué mejor que hacer una por los Caminos del Canal de Isabel II, ruta comodín para días lluviosos y de la que sabes que no vas a pisar prácticamente nada de barro, y es que tal y como decían las previsiones, el viernes fue extremadamente lluvioso y el sábado aunque en Madrid no llovió, por allí arriba sí que lo hizo y bastante bien.
    Ni las previsiones más halagüeñas nos hacían suponer la cantidad de coleguitas que nos juntamos. Fue abrir convocatoria en el foro, evento en facebook y dejar algún que otro mensaje en algún que otro foro, y...¡bingo!, en el punto de salida nos juntamos 23. Faltaron muchos, y de hecho a alguno se le echó especialmente de menos, pero ser 23 en la partida fue todo un triunfo.
    A las 9:00 de la mañana ya estábamos saliendo del aparcamiento de la estación de cercanías de Tres Cantos con un fresquito que más bien era frío. Yo, en mi caso, me vestí de largo ya que los antibióticos y la semana de inactividad me tenían destemplado y totalmente fuera de tono, y no era el único, que los más frioleros estaban ateridos con los 6-7 graditos que marcaba el termómetro a esa hora.
    Tras callejear un poco, enfilamos la senda al campo buscando la tapia del Soto de Viñuelas, no sin liarnos a esquivar la cantidad de charcos que se habían formado con las lluvias de los dos días anteriores. La arena acumulada se ha convertido en barro deslizante de ese que como te descuides hace te acabes con los huesos en el suelo (y yo no estoy por la labor de besar el suelo otra vez). La primera rampa que sube hacia la dehesa hace la primera criba de la mañana. Los más en forma se ponen en cabeza y además saltan de la pista hacia los senderitos de la tapia del Soto. Pocos senderos hay para disfrutar en esta ruta, pero en cuanto Diabolik, Sheol, Frailman y alguno que otro más ven un sendero, pierden todo conocimiento y se lanzan hasta el punto de llegar un momento en el que tienen que dar la vuelta para poder volver a incorporarse a la pista de nuevo. Una vez en la carretera del Canal las cosas no son diferentes. Los fuertes delante y los menos fuertes, detrás. Cabe destacar a Chani, nuestra compañera bicivoladora que aunque venía atrás con nosotros, iba como una auténtica jabata. Y es que somos pocos los que sabemos que acaba de salir de una lesión bastante chunga de una de sus piernas que la ha tenido apartada de la bici bastantes meses. Había que ver a la tía con su Rockrider de 21 velocidades dándolo todo en los malditos sube-baja del Canal. Y como contraste, nuestro amigo el “lechuzo” Valentín (Valiente para los colegas), siempre en cabeza y siempre con el plato grande, ¿tendrá estropeado el cambio?. En definitiva, que unos mejor y otros peor, íbamos poco a poco consumiendo kilómetros por las odiosas (para mi) pistas del canal. Mientras tanto, los más “cabras”, disfrutaban haciéndose offroads auténticos, sin camino y sin nada, por medio del campo, para matar su ansia. Incluso Karpov, que ha venido del camino más fuerte que el vino de Pitarra (como dice él), se atrevió a seguir la rueda de alguna alimaña...entre las que incluyo ya a Peke, que se está poniendo más fuerte que el vinagre. Las tres o cuatro paraditas de reagrupación ayudaron a los que íbamos más tocados a seguir adelante con más pena que gloria, y sobre todo a recuperar fuerzas para afrontar la subidita del las antenas que coincide con la ruta del Cañón del Guadalix.
    Allí, en las antenas, reagrupamiento general, tiempo para comer y acaparar glúcidos y foto de grupo, numeroso grupo. Y hablando de fotos: las fotos en nuestras rutas tienen un nombre: Terminal. ¡¡Qué tío!!. Se hizo con las riendas de la organización de la ruta, con las fotos, acompañando a los atrasados, reparando pinchazos. ¡¡Qué tío!! (insisto), estaba en todos los lados: ahora en cabeza haciendo fotos, ahora cerrando ayudando a algún colega rezagado...lo de Jesús es absolutamente impresionante...como he dicho en más de una ocasión; UN LUJO. Al reiniciar de nuevo la marcha, nos damos cuenta de que ha habido un pinchazo. Con la excusa de ir más fastidiados que los demás (alguno no lo iba, pero bueno), Chani, Pachi, Cymru, Amador, Nacho y un servidor arrancamos sabiendo que los demás nos darían caza en un santiamén después de reparar la rueda. Y así fue. En nada nos volvimos a reagrupar, y en nada los “cabralocas” siguieron buscando senderitos donde no los había y caminos alternativos que realmente no lo eran.
    Al poco de cruzar la carretera que une San Agustín de Guadalix con Colmenar Viejo, nos damos cuenta de que nos faltan tres compañeros. Uno de ellos había pinchado un par de kilómetros atrás y estuvimos esperando cerca de media hora hasta que afortunadamente vimos como venían ya con la rueda reparada. Lamentablemente esa parada de media hora hizo que nos quedáramos sin una opcional en la que yo hubiera estado encantado de invitar a todo el mundo por las dos cosas que había que celebrar: que no me maté el domingo anterior y por mi cumpleaños. Prometo enmendarlo en cuanto haya posibilidad. La ruta desde ese punto hasta el final se torno más dinámica y más rápida. No sé si fue la proximidad de las pistas de tierra, las vías pecuarias o los senderos que no eran tales, que la cabeza aceleró considerablemente dejando a los rezagados mucho más rezagados si cabe. Llegar a la parte baja de las pistas del canal, justo en el camino en enfila por los tubos del canal hacia los colegios y ver como salían a la izquierda los senderos paralelos a la tapia del Soto de Viñuelas y ver cómo Diabolik, Sheol, Frailman, Karpov, Peke y algún que otro compi que no conozco salìan disparados a cogerlos, fue todo uno. Mientras tanto otros sufríamos con la pestosa subida que va paralela a los tubos del canal.
    Una vez subida la cuesta, y ya en la entrada de la urbanización, algunos decidimos seguir por carril bici y otros, los mismos “cabralocas” decidieron que lo mejor era tirar por el sendero paralelo a la tapia, al menos hasta reagruparnos en la gasolinera de entrada a Tres Cantos. Y desde allí, todos ya en grupo, por carril bici, en el que estuve tentado de hacer alguna que otra foto a algún que otro biker para hacer escarnio popular (jajaja), y callejeando por Tres Cantos, acabamos llegando al aparcamiento de nuevo. La 13:00 marcaba mi reloj cuando decidimos que lo mejor era tirar cada uno para su lado y dejar la opcional para un momento mejor. Abrazos, sonrisas y muy buen rollo al despedirnos después de haber pasado juntos una magnífica mañana. De todas maneras, no está nada mal: casi 50 km y cerca de 700 de acumulado que no caerán en saco roto a la hora de preparar lo que ya si parece que es nuestro asalto definitivo al Tres Provincias la semana que viene.

    Ruta por el Eresma

    26 de junio de 2012


    Planteabamos una ruta que se escapaba de nuestras medias de kilometros y sobre todo de desnivel, 60 kilometros y unos 1750 de desnivel acumulado, pero bueno el mundo es de los valientes y de eso los voladores estamos sobrados, total somos unos insconcientes jejejejejeje. Cuatro "flipaos" nos enfrentabamos a este reto, tres makinas en esto del pedaleo, Juan Carlos (Charco), Felix (Golden Boy), Kiko (Kayko) y uno que sabia que iba a pasarlas canutas, como asi fue, Efren (Diabolik) despues de unos problemillas logisticos y de casi cancelar la ruta por ellos, al final se pudo solucionar y a ultima hora se confirmo por parte de los que nos habiamos apuntado la posibilidad de realizar la ruta. Tal y como habiamos quedado a las 8.30 estabamos en Cercedilla, preparandonos para empezar la ruta y con buen animo y humor nos pusimos en marcha. Empezamos subiendo la Fuenfria por el Puricelli, alli pronto se empezo a destacar Charco que como siempre va a su ritmo y claro como va como un tiro, pues eso cualquiera le sigue, por detras nosotros ibamos de charleta, que si Del Bosque, que si falso nueve, total de charleta, menos cuando Felix le daba por hacer sus series y nos abandonaba a nuestro triste destino. Total a buen ritmo y de Charleta llegamos a la Fuenfria, sin mucha dilacion nos tiramos por lo que creiamos que era el Gallo, pero cuando ya llevabamos unos cientos de metros me di cuenta que nos habiamos equivocado, pero por no subir de nuevo decidimos continuar para abajo por un camino con muchisimo desnivel y mucha piedra suelta, asi llegamos hasta la zona donde empiezan los senderos de las pesquerias Reales, que van paralelos al rio Eresma. Estos senderos los disfrutamos de verdad a pesar de que habia algunos pasos en los cuales nos tuvimos que bajar, algunos por que son imposibles y otros por mi miedo a hacerme daño en el pie con el esguince de Tarso, pero aun asi la zona es una pasada y los senderos preciosos, una verdadera preciosidad. Asi llegamos hasta Valsain donde tras propuesta popular y aceptado por la mayoria, nos sentamos a tomar unas cervecitas. Vaya panda de ilusos que no sabiamos lo que nos esperaba. A partir de este punto voy a contar mi experiencia en el regreso a Cercedilla, en la salida de Valsain a pesar de haber parado me encontraba bastante bien, por lo que empece la subida a buen ritmo por la pista asfaltada y bajo un calor verdaderamente axfisiante, poco a poco fui dejando atras a Felix, este por que le daba la gana ir alli atras y a Kiko, este porque la subida petante se le estaba atragantando bastante. La subida se me hizo larguisima hubo muchas veces que pensaba ver el final, pero este nunca llegaba y siempre continuaba otra larga y agonizante recta. Casi al llegar arriba Kiko me dio alcance y me sobrepaso, poco a poco se iba recuperando y se iba encontrando mejor, justo lo contrario que yo. Por fin llego un poco de falso llano en el cual podias relajarte un poco, mis compañeros iban siempre por delante y de vez en cuando se paraban a esperarme y a acompañarme, asi con mas penas que glorias llegamos hasta la fuente de la reina. Alli paramos unos 10 minutejos que estuvimos de charleta entre nosotros y con algun que otro biker que llegaba a refrescarse. Yo pensaba que solo quedaban 3 kilometros de subida y me dispuse a acabar con ellos, empece con bastante animo, pero poco a poco segun pasaban los metros mis escasas fuerzas se iban evaporando, asi termine el primer kilometro, el segundo ya meti casi todo lo que tenia y se me hacia cada vez mas complicado, por fin este segundo kilometro tambien termino y llego el terrible tercero. En este mi cabeza queria seguir pedaleando y terminar con este suplicio, pero mis piernas no daban mas y no me respondian, es mas ante el miedo a no poder seguir pedaleando en mas de una ocasion, me paraba a respirar y relajar un poco mis doloridas piernas. En este kilometro he sufrido muchisimo mas que en ninguna otra ocasion encima de la bici. Por fin llegue arriba donde me esperaban los cabro, digo mis queridos compañeros escojonados de la risa, menos mal que os aprecio y que no tenia ni pizca de fuerza, sino os habia mandado a tomar por ------ jajajjajajajaja vaya panda de alimañas. Llegados a este punto ya todo lo que quedaba era para abajo, por lo que sin mas dilacion tire para abajo, como estaria que llegados aqui no quise hacer ni la vereda alta y preferi tirar por la pista jajajajjaaj eso si el Felix y yo nos pusimos a mas de 70 kilometros por hora. Al final llegamos al punto de los coches y por fin dimos por terminada esta ruta, que ahora visto desde la distancia, ha sido una ruta en la que nos hemos puesto a prueba, sobre todo yo y este reto ha sido superado. Una vez mas dar las gracias a mis compañeros por hacer el sufrimiento de montar en la bici, sea un sufrimiento soportable. ¡¡¡¡¡¡GRACIAS!!!!!!!

    Ventas con Peña Aguilera (Toledo) - Subida al pico Amor

    13 de junio de 2012


    A las 7:45 habíamos quedado en Torrejón de la Calzada Diabolik, Panclio, Davygon, Charco y el que esto escribe, RaFaRu, para compartir coches e irnos en dirección a Ventas con Peña Aguilera, en la provincia de Toledo, para hacer la ruta de la subida al pico Amor.

    Sobre las 9 de la mañana llegábamos a Ventas con Peña Aguilera, tras preparar las monturas y sus respectivos jinetes, con arreglo de pinchazo incluido de Charco, iniciabamos la ruta sobre las 9:30 de la mañana. Como al final hemos venido en mi coche y en el de Davygon con el portabicis de Pan, a este último se le ha olvidado el casco en su coche, por lo que va a hacer la ruta sin el casco, no sin antes aguantar mi reprimenda al respecto, ya que considero que si casco no debemos montar en bici, si hubiera sido una ruta ya conocida no le habría dejado que la realizase, pero bueno, le he dicho que fuera con muhísimo cuidado.


    Salimos del pueblo por una rampas de cemento en dirección a un molino con un desnivel considerable para empezar así en frio, un poco por delante va un grupo de bikers de la zona, a los cuales intentan dar caza Charco y Pan, que ponen un ritmo endiablado nada más empezar. Al terminar la subida, Davygon aprovecha para quitarse algo de peso de encima que le vendrá bastante bien durante el resto de la ruta.


    Tomamos un sendero muy disfrutón con unas pocas piedras por aquí y otros pocos drolos por allá, mientras vamos sorteando distintas explotaciones agropecuarias. Desembocamos en una pista más ancha que nos lleva a adentrarnos a la finca de "El Castañar", en la que nos adentramos y por la que transitamos abriendo y cerrando verjas.

    Continuamos por pista con bastante piedra, que no hace más que entorpecer el pedaleo y hacer que el culo se vaya resintiendo poco a poco. Antes de cruzar una nueva puerta, Charco vuelve a pinchar la rueda delantera y mientras la cambia aprovechamos para hacer unas fotos chulas junto al "Stonedge" de Toledo.

    Reparado el pinchazo reiniciamos la marcha y poco después llegamos a las ruinas del convento del Castañar, en las que nuestro arquéologo particular nos demuestra su sabiduría una vez más. Junto al convento hay una antigua bodega en la que aprovechamos para hacernos una de nuestras famosísimas "fotos de grupo".

    Continuamos por pista paralela a los montes de Toledo con continuos sube y bajas y desde la que podemos ver unos cortafuegos con un desnivel brutal, ignorando lo que nos faltaba por venir. El sol aprieta de lo lindo aunque hay bastantes nubes y confiamos en que consigan ocultarlo durante la subida al pico Amor que comienza a partir del km. 21. La pista empieza a empinarse poco a poco y antes de afrontar la subida en sí, decidimos parar bajo la sombra de un arbol para comer algo y coger energías para lo que viene.


    Iniciamos la subida y enseguida Charco se va por delante, como va el tío, fino, fino....por detrás seguimos agrupados los cuatro cuando pasamos por una especie de casa de campo, pero a partir de ahí comienza lo bueno, una serie de "zetas" que van serpenteando alrededor de un cortafuegos y que hacen que nos dividamos y que cada uno ponga un ritmo adecuado para todo lo que queda de subida. Panclio y Diabolik se van por delante unos metros, yo en medio y Davygon unos metros detrás de mí. Las curvas son bastante pronunciadas y poco a poco voy perdiendo distancia con respecto a Diabolik y Pan, tengo las piernas un poco pesadas y cargadas, lógico y normal después de la paliza que me había pegado el día anterior para subir a la Maliciosa desde la Barranca por la cara sur.

    En una de las revueltas veo que Davygon está subiendo a patas por el cortafuegos, ya está haciendo trampas el tío. El paisaje es bestial, montones de piedras de alabastro a ambos lados de la pista, salpicadas por algunos árboles, incluso hay zonas de la pista que llevamos en las que circulamos sobre ellas, lo que no te deja llevar un pedaleo fino y redondo y hace que te vayas desgastando más de lo normal.



    En un giro a izquierdas y con bastante visibilidad por delante, no consigo ver a Panclio y Diabolik, como van los tíos y de Charco no digamos nada, para mí que ya tiene que estar arriba, voy un poco tocadito aunque no creo que quede mucho ya para llegar arriba, iluso de mí. Un poco más adelante decido parar para echar alguna foto al paisaje que tengo a mi espalda cuando veo aparecer a David al fondo, ya sobre la bici y sufriendo como un jabato.

    Decido continuar a mi ritmo y cuando ya parece que está uno llegando arriba, de nuevo la pista vuelve a girar a izquierdas y con más pendiente y piedra suelta, voy con todo metido y sin mucha fuerza en mis pedaladas, por lo que en una de estas me desestabilizo y pierdo el equilibrio, consigo sacar el pie de la cala pero al apoyarlo en el suelo me desestabilizo y caigo de espaldas sobre las rocas, menos mal que sin consecuencias..."Esto lo subo por mis cojones" me digo, así que me vuelvo a incorporar, me subo a la bici y consigo ponerme de nuevo en marcha no sin complicaciones por lo complicado del terreno. Despues de una nueva curva a derechas la pendiente suaviza y continuo al tran-tran mirando hacia adelante para ver cuando llegaba el final de la subida, estoy deseando terminarla. Arriba sopla bastante el viento y las nubes han cubierto el sol, lo cual se agradece después del calentón de la subida.

    Un poco más arriba por fin termina la subida, Charco lleva allí bastante tiempo desde que coronó y empieza a tener algo de frio por el viento que hace. Panclio y Diabolik llevan también unos cuantos minutos y al poco de llegar yo aparece Davygon, echando pestes de la subida y bastante cansado, pero al final ha llegado y eso ya no se lo quita nadie.

    No nos demoramos mucho para iniciar la bajada, para no quedarnos frios y por la hora que es, casi la 13 y todavía nos quedan 15 kms. aunque muchos son de bajada. La bajada es rápida y con piedra, por este lado hay más pendiente que por donde hemos subido, hay unos rampotes que pondrían muy pero que muy palote a GoldenBoy. En una curva a derechas paramos para hacer alguna foto del paisaje, toda la finca de El Castañar a nuestros pies, por donde hemos estado rodando antes, y a lo lejos la inmensa llanura castellana salpicada por algún que otro montecillo y por los distintos pueblos de la zona: Cuerva, Pulgar, Noez, Galvez, Sonseca... Espectaculares las fotos!!!

    Bajada rápida pero con mucho cuidado, para evitar tener una caida por lo peligroso de caer sobre piedras. Al finalizar la bajada continuamos por pista, algún tramo repetido, y en la que Davygon viene un poco tocado y quedándose algo rezagado. Al atravesar una puerta nos comenta de que igual es mejor que algunos se adelanten y vayan montando el portabicicletas en su coche mientras el llega. Decidimos adelantarnos Panclio, Charco y yo y Diabolik se queda por detrás junto a Davygon.

    Una vez que abandonamos la finca, desembocamos en una zona pedregosa en subida en la que pierdo hilo respecto a ellos y luego me es imposible cogerles, como está el tío Pan, se está poniendo más fuerte que el vinagre, y es que eso de haber perdido algo de peso y lo de salir algo entre semana a correr y montar en bici se nota. Han levantado un poco el pie antes de comenzar la bajada que nos llevará hasta Ventas con Peña Aguilera y consigo enlazar con ellos. Nos tiramos para abajo y entrando al pueblo Pan acelera para llegar primero levantando los brazos, menudo picao está hecho...jejejeje.

    Llegamos a los coches sobre las 14 y al poco de empezar a montar el portabicis aparecen Diabolik y Davygon, al final parece que no se le ha atragantado la pista de vuelta al pueblo y que picaba para arriba. Nos cambiamos, colocamos las bicis y salimos escopetaos de vuelta hacia Torrejón de la Calzada ya que Davygon tiene algo de prisa por llegar a casa.

    Llegamos a Torrejón sobre las 15:15 de la tarde y después de que cada uno meta la bici en su coche, Davygon nos abandona pero el resto nos vamos al bar del amigo de Diabolik a por nuestra bien merecida opcional. Pedimos unas raciones y unas cervezas para saciar nuestro hambre y sed
    mientras recordamos los buenos momentos que hemos pasado durante la ruta de hoy, y también de sufrimiento obviamente, porque vaya subidita, yo en vez de "Pico Amor" le hubiera puesto "Pico Cabrón"....jejeje.


    Sobre las 17 de la tarde nos despedimos porque tenemos el tiempo justo para llegar a casa y ver el comienzo de España en la Eurocopa ante Italia. Yo ahora estaré 3 fines de semana seguidos sin poder salir por compromisos varios y lo voy a echar de menos, no solo por no poder montar, sino por esos buenos momentos y esas risas que nos echamos mientras practicamos nuestro deporte preferido.

    Un abrazo a tos.
         RaFaRu aka. "El Búfalo".

    Crónica by RaFaRu
    Fotos by RaFaRu



    Cancelas Nocturnas

    3 de junio de 2012


    Cronica escrita por JuanCardido, esta ruta fue realizada por una propuesta de Los Rusticos
    Yo pensaba que íbamos a ser pocos. De hecho, el mismo jueves por la mañana sólo nos habíamos apuntado cuatro amiguetes aunque sabía que al final íbamos a ser alguno más. Hacía tiempo que una ruta propuesta por nuestro grupo (nos llamamos "Los Rústicos"), no tenía tanta aceptación, y eso que Juan (el_fray), la había propuesto casi de cachondeo pensando que nadie iba a decir que sí. Pero le salió el tiro por la culata, y media hora después de proponerla ya habíamos dicho que sí tres de nosotros. Durante la tarde del jueves y la mañana del viernes, los coleguitas se empezaron a animar y ya, a la hora de la quedada estábamos confirmados nueve asistentes que al final nos convertimos en once, once flipaos con muchas ganas de pasarlo pipa. ¡¡Y es que mira que lo pasamos bien ya sea de madrugada, de mañana, de tarde o de noche!!.
    A las 21:00, en la estación de Collado Villalba todo el mundo que pasaba por allí se quedaba mirándonos, pensarían ¿donde van esta panda de locos?. Y es que once tíos pretrechados de focos por todos los lados no podíamos pasar desapercibidos. Por cierto, los once locos éramos: Efren, Alex y Juan Carlos de "los bicivoladores", Quique y Félix, mis compis de curro, Zarzo y Rafa, los máquinas totales y Ángel, Juan, Manuel y yo de "Los Rústicos".
    En un principio teníamos decidido hacer la ruta clásica de "Las Cancelas" de El Escorial, que partiendo de Collado Villalba baja al embalse de Valmayor y tras bordear por sus senderos tomar las pistas que atraviesan fincas particulares abriendo y cerrando cancelas hasta llegar a El Escorial y desde allí, por la pista del Camping volver de nuevo a Collado Villalba, pero se propuso alargarla un poco más empezando desde Collado Villalba a Galapagar para poder pasar los senderitos de Valmayor ya de noche...¡¡y que buena idea fue!!.
    La salida del punto de origen la hicimos aún con luz, pero aun así debía de ser todo un espectáculo vernos. De hecho la gente que paseaba por las veredas cercanas a Collado Villalba y Galapagar se nos quedaban mirando con cara de alucinados cuando pasábamos a su lado. Al poco de salir de Galapagar la luz empezó a desaparecer y empezamos a poner en marcha toda la batería de lúmenes que llevábamos en nuestras monturas (gracias Rubén por tu foco, es una maravilla). La forma de ir en bici empezó a cambiar, y en la pista que baja a Valmayor (detrás de Alex y Efren) ya empecé a notar la diferencia de conducción y lo divertida que empezaba a ser. Cuando llegamos a la entrada de los senderos del embalse iba en cabeza, y al pararme pude ver el espectáculo tan flipante que es ver llegar a todos los compis con las luces encendidas. Me recordó a las pelis de ovnis!!!.
    Los senderos del embalse son flipantes. De día son divertidos, disfrutones como decimos en el argot, pero pasarlos de noche es algo indescriptible. Ver cómo los focos hacen una especie de túnel de luz alrededor del biker que llevas delante, o cómo se ven las luces entre los árboles moviéndose a toda velocidad, cómo te sorprende un giro inesperado del camino, o cómo ir sortendo los baches y las piedras porque la sombra que proyectan no te deja adivinar su verdadero tamaño es algo que hay que vivir, mola de verdad. Y qué decir de los sonidos, del olor, del frescor de la noche. Una delicia. Incluso llegamos a ver una pequeña víbora a la entrada de los senderos...no medía ni 20 centímetros.
    Una vez pasados los senderos del embalse la ruta discurre por pistas y caminos en muy buen estado, casi sin desnivel, y cuando estábamos a mitad de la ruta más o menos, a Alex se le rompe el cierre de la tija y tenemos que improvisar una solución de emergencia: un par de bridas hicieron bien su función incluso habiendo probado alambres y tornillos. Momento que aprovechamos todos para comernos el bocata o la barrita y disfrutar casi a oscuras (en las paradas apagamos las luces) del espectáculo de la noche. Sin más problemas y disfrutando como críos llegamos a El Escorial. Aquí tocó rodar un par de kilómetros por carretera. Supongo que los conductores que nos pasaron debían estar francamente alucinados. Imaginad lo que pensaríais si a eso de las 23:00 de la noche veis por carretera a once tíos con mogollón de luces encendidas y uno detrás de otro... Desde aquí la cosa fue sencillita, sencillita, y después de pararnos a esperar que Alex y Efren volvieran de rescatar una batería que se extravió en un sendero, reiniciamos el camino para terminar de rodar los últimos 10 kilómetros. ¡¡¡y vaya 10 kilómetros!!. Al principio se escapó Félix unos metros, y Quique, al verle allí delante desató las hostilidades. Yo me fui detrás de Quique, y detrás de mi vino todo el batallón de caballería bicivoladora con Rafa al lado. Nos pasaron todos...me quedé el último, pero enseguida me dí cuenta de que iba en plato mediano y echando el bofe. Cambié a plato grande y pñón pequeño, y casi sin darme cuenta rebasé a Quique, Félix y Rafa y me puse a rueda de Juancar, Efren y Alex que iban como motos.
    Y entonces pasó el misil...digo....Zarzo. Me pasó como un auténtico avión, y los bicivoladores, al verle, se les nubló la vista, y se fueron detrás de él como lo que son: puras alimañas, jajaja. Yo, por mi parte, desistí ya que vi pasar a Rafa como una exhalación detrás de Zarzo y yo no podía seguir el ritmo. Me quedé sólo, disfrutando de la noche a más de 29 km/h y pensando..¡¡qué velocidad llevarán éstos que ya no les veo allí delante!! (luego me dijeron que a más de 30 por hora...y eso, con ruedas gordas es tirar muchísimo). A la entrada de Collado Villalba nos reagrupamos todos para llegar como un grupo compacto al lugar de la opcional...¡¡teníais que haber visto los caretos de la gente que estaba tomando algo en la terraza a las doce y media de la noche!!. Jarrita de clara sin alcohol, unas risas, comentarios de la ruta y vuelta a los coches para llegar a casa a las 2:00 de la madrugada.. ¡¡Qué noche más flipante!!...sin duda para repetir. Y, ¡¡qué compañeros tan geniales!!, hacen que la diversión sea máxima.