Hoyo de Manzanares
Día: 26/2/12
Lugar: Torrelodones
Paseo de Joaquin Ruiz Gimenez
Hora: 08:45
Distancia: 36 kms
Desnivel: 750 m
Indice IBP: 81
Nivel físico: Medio
Nivel técnico: medio
https://www.facebook.com/pages/Bicivoladores-MTB/275108789225412
Cancelas Nocturnas
3 de junio de 2012
Publicado por
Diabolik |
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Cronica escrita por JuanCardido, esta ruta fue realizada por una propuesta de Los RusticosYo pensaba que íbamos a ser pocos. De hecho, el mismo jueves por la mañana sólo nos habíamos apuntado cuatro amiguetes aunque sabía que al final íbamos a ser alguno más. Hacía tiempo que una ruta propuesta por nuestro grupo (nos llamamos "Los Rústicos"), no tenía tanta aceptación, y eso que Juan (el_fray), la había propuesto casi de cachondeo pensando que nadie iba a decir que sí. Pero le salió el tiro por la culata, y media hora después de proponerla ya habíamos dicho que sí tres de nosotros. Durante la tarde del jueves y la mañana del viernes, los coleguitas se empezaron a animar y ya, a la hora de la quedada estábamos confirmados nueve asistentes que al final nos convertimos en once, once flipaos con muchas ganas de pasarlo pipa. ¡¡Y es que mira que lo pasamos bien ya sea de madrugada, de mañana, de tarde o de noche!!. A las 21:00, en la estación de Collado Villalba todo el mundo que pasaba por allí se quedaba mirándonos, pensarían ¿donde van esta panda de locos?. Y es que once tíos pretrechados de focos por todos los lados no podíamos pasar desapercibidos. Por cierto, los once locos éramos: Efren, Alex y Juan Carlos de "los bicivoladores", Quique y Félix, mis compis de curro, Zarzo y Rafa, los máquinas totales y Ángel, Juan, Manuel y yo de "Los Rústicos". En un principio teníamos decidido hacer la ruta clásica de "Las Cancelas" de El Escorial, que partiendo de Collado Villalba baja al embalse de Valmayor y tras bordear por sus senderos tomar las pistas que atraviesan fincas particulares abriendo y cerrando cancelas hasta llegar a El Escorial y desde allí, por la pista del Camping volver de nuevo a Collado Villalba, pero se propuso alargarla un poco más empezando desde Collado Villalba a Galapagar para poder pasar los senderitos de Valmayor ya de noche...¡¡y que buena idea fue!!. La salida del punto de origen la hicimos aún con luz, pero aun así debía de ser todo un espectáculo vernos. De hecho la gente que paseaba por las veredas cercanas a Collado Villalba y Galapagar se nos quedaban mirando con cara de alucinados cuando pasábamos a su lado. Al poco de salir de Galapagar la luz empezó a desaparecer y empezamos a poner en marcha toda la batería de lúmenes que llevábamos en nuestras monturas (gracias Rubén por tu foco, es una maravilla). La forma de ir en bici empezó a cambiar, y en la pista que baja a Valmayor (detrás de Alex y Efren) ya empecé a notar la diferencia de conducción y lo divertida que empezaba a ser. Cuando llegamos a la entrada de los senderos del embalse iba en cabeza, y al pararme pude ver el espectáculo tan flipante que es ver llegar a todos los compis con las luces encendidas. Me recordó a las pelis de ovnis!!!. Los senderos del embalse son flipantes. De día son divertidos, disfrutones como decimos en el argot, pero pasarlos de noche es algo indescriptible. Ver cómo los focos hacen una especie de túnel de luz alrededor del biker que llevas delante, o cómo se ven las luces entre los árboles moviéndose a toda velocidad, cómo te sorprende un giro inesperado del camino, o cómo ir sortendo los baches y las piedras porque la sombra que proyectan no te deja adivinar su verdadero tamaño es algo que hay que vivir, mola de verdad. Y qué decir de los sonidos, del olor, del frescor de la noche. Una delicia. Incluso llegamos a ver una pequeña víbora a la entrada de los senderos...no medía ni 20 centímetros. Una vez pasados los senderos del embalse la ruta discurre por pistas y caminos en muy buen estado, casi sin desnivel, y cuando estábamos a mitad de la ruta más o menos, a Alex se le rompe el cierre de la tija y tenemos que improvisar una solución de emergencia: un par de bridas hicieron bien su función incluso habiendo probado alambres y tornillos. Momento que aprovechamos todos para comernos el bocata o la barrita y disfrutar casi a oscuras (en las paradas apagamos las luces) del espectáculo de la noche. Sin más problemas y disfrutando como críos llegamos a El Escorial. Aquí tocó rodar un par de kilómetros por carretera. Supongo que los conductores que nos pasaron debían estar francamente alucinados. Imaginad lo que pensaríais si a eso de las 23:00 de la noche veis por carretera a once tíos con mogollón de luces encendidas y uno detrás de otro... Desde aquí la cosa fue sencillita, sencillita, y después de pararnos a esperar que Alex y Efren volvieran de rescatar una batería que se extravió en un sendero, reiniciamos el camino para terminar de rodar los últimos 10 kilómetros. ¡¡¡y vaya 10 kilómetros!!. Al principio se escapó Félix unos metros, y Quique, al verle allí delante desató las hostilidades. Yo me fui detrás de Quique, y detrás de mi vino todo el batallón de caballería bicivoladora con Rafa al lado. Nos pasaron todos...me quedé el último, pero enseguida me dí cuenta de que iba en plato mediano y echando el bofe. Cambié a plato grande y pñón pequeño, y casi sin darme cuenta rebasé a Quique, Félix y Rafa y me puse a rueda de Juancar, Efren y Alex que iban como motos. Y entonces pasó el misil...digo....Zarzo. Me pasó como un auténtico avión, y los bicivoladores, al verle, se les nubló la vista, y se fueron detrás de él como lo que son: puras alimañas, jajaja. Yo, por mi parte, desistí ya que vi pasar a Rafa como una exhalación detrás de Zarzo y yo no podía seguir el ritmo. Me quedé sólo, disfrutando de la noche a más de 29 km/h y pensando..¡¡qué velocidad llevarán éstos que ya no les veo allí delante!! (luego me dijeron que a más de 30 por hora...y eso, con ruedas gordas es tirar muchísimo). A la entrada de Collado Villalba nos reagrupamos todos para llegar como un grupo compacto al lugar de la opcional...¡¡teníais que haber visto los caretos de la gente que estaba tomando algo en la terraza a las doce y media de la noche!!. Jarrita de clara sin alcohol, unas risas, comentarios de la ruta y vuelta a los coches para llegar a casa a las 2:00 de la madrugada.. ¡¡Qué noche más flipante!!...sin duda para repetir. Y, ¡¡qué compañeros tan geniales!!, hacen que la diversión sea máxima.











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